LILIPUT

Basada en la historia de Los Viajes de Gulliver, las obras de Isabel Gomez se cargan de simbolismo para reivindicar el papel de la mujer, que no adquiere mucha importancia en la obra original, el empoderamiento de la mujer y se convierten en reflejo del drama vivido por la autora,  un fondo biográfico donde las vivencias se plasman en los lienzos. Todo ello se consigue a través del protagonismo que adquiere su propia hija, representada en cada una de las obras, y la simple colocación de los cuadros en la sala, el espacio entre ellos, el choque entre los formatos, la originalidad, el color, la mezcla de técnicas y el propio orden de los mismos, que consiguen guiar al expertador por una historia que acaba en la resignación, reflejada en su último cuadro, al admitir que la vida es dura, pero se ha de continuar. Inconscientemente todas estas obras con significados connotativos, consiguen provocar sensaciones en el público.